Siempre me llamó la atención esa gente que al ir a la casa te pide disculpas y comenta como al pasar... "es que tengo todo hecho un quilombo"... y está todo impecable.

Por más que busco, el único desorden que veo es el típico de las revistas de decoración o arquitectura, ese que muestra al último best seller abierto sobre el impecable sillón y los lentes dejados sin querer sobre la mesita ratona, o las llaves del auto sobre la mesada de la cocina junto a una bolsa de papel volcada de donde asoman un par de pintorescas manzanas.
Si así está desordenada, me pregunto cómo estará la casa de esa gente cuando está ordenada y como cualquier movimiento podría generar el supuesto desacomodo, me los imagino inmóviles, parados en el medio de la sala dando vueltas en círculos para mirar el orden, congelados cómo Ken y Barbie en su casita de muñecas.