Hay tres aromas que me trasladan a una tarde espléndida de vacaciones de verano; a una charla de quinta, a un cielo tranquilo que va oscureciéndose con el crescendo de los grillos, a una playa que se va quedando sola mientras el sol se despide con sombras larguísimas y gaviotas...
El primer aroma es el del pasto recién cortado.
El segundo es el del Off.
El último es el de la bosta de caballos.

Y sí, bueno... vaya uno a saber cómo funciona mi memoria olfativa.