A veces, cuando estoy en una conversación y de repente (o porque me distraje, o no escuché o simplemente no entendí), no sé por qué, todos se ríen a carcajadas, yo también me río.
Si tengo a alguien de confianza a mi lado, me animo a preguntarle al oído:
-¿qué dijo?
-no sé, pero vos seguí riéndote -me contesta susurrando disimuladamente.
Esa comprobación de que no soy la única, me infunde una alegría eufórica. Como de gran complicidad con esa persona, y me hace sentir que "pertenezco".
Por supuesto que pertenezco al grupo de los que no entienden nada, pero en esos momentos tengo motivos para sospechar que es un grupo mucho más amplio de lo que parece.
Y más secreto y más íntimo.