Cuando yo era chica, tenía miedo de que mi mamá me perdiese, y era lógico: había oído hablar muchas veces sobre algunas madres que "perdían" a sus hijos.
Yo podría haber concluído que MI mamá, no era como ESAS madres seguramente descuidadas, pero todo cerraba cuando también "perdían" bebés.
¿Cómo era posible que un adulto "perdiese" un bebé?
Simple, lo dejaban por ahí en su cochecito, y cuando se iban se lo olvidaban, y era obvio que eso es lo que pasaba con los hijos más grandes. Si un chico se distraía justo cuando los padres se lo olvidaban, chau. Se les perdía.
Le podía pasar a cualquiera, ¿acaso yo no me olvidaba juguetes importantes a veces?
Como mis padres no estaban exentos de esa posibilidad para conmigo, yo, por las dudas, cada vez que viajaba en colectivo y me sentaban en el asiento de adelante de ellos, me daba vuelta a cada rato para mirarlos.
No fuese a ser que esos dos irresponsables se bajasen sin mí y me perdiesen.


Post basado en un comentario que hice en el posteo "Lost" del blog de Cronopio.