Pensaba que si se pudiese hacer eso de guardar nuestro cerebro flotando en un frasco y que siguiese vivo, en realidad nuestra vida se convertiría en un sueño, pero ni siquiera, porque todo lo que vivimos pasa por el cuerpo.
Somos cuerpo.
Sentimos TODO por el cuerpo.
Desde los sabores, hasta la alegría.
Sin cuerpo, no habría nada. No habría dolor, gusto, tristeza, aburrimiento, paz, placer, angustia ni deseos de ningún tipo. Nada.
Es decir, que si se pudiese hacer eso de que metan preso a nuestro cerebro en un frasquito y que se mantuviese con vida, no seríamos siquiera un sueño, porque no tendríamos retina para tener imágenes, no tendríamos cuerpo para sentir nada, porque en un sueño se siente en el cuerpo como estando despierto. Para tener sueños, necesitamos el cuerpo que nos los hace sentir.
¿Cómo sería estar triste, o estar alegre, o en paz, o angustiado sin sentirlo en el cuerpo? ¿Se puede "sentir" alguna emoción o "sentimiento" sin "sentirla" en el cuerpo?
Si todo lo que pensamos nos hace sentir algo. Si cuando pensamos "nos escuchamos" y "nos decimos": ¿se puede "pensar" sin cuerpo? ¿nos interesaría pensar sin cuerpo? ¿qué pensaríamos sin un cuerpo, para qué?
Y este sería el fin de la existencia del alma.
O sea, que en realidad, sin cuerpo, no seríamos nosotros.
Mínimo que seríamos otra cosa, algo indescriptible o más bien, impensable y hasta inimaginable, pero de ninguna manera "nosotros".
O dejaríamos de ser. Seríamos nada.
No seríamos.
Y lo del "cerebro en el frasquito" es para achicar la magnitud de la cosa.
Y serían bienvenidas las refutaciones.