¡Basta de creer que no es bueno!, a la hora de reunirse, nada más divino que hablar mal de otros.
Criticar es un arte que, como todo arte, no puede ser ejercido por cualquiera, pero a diferencia de otros, necesita de muchas personas para su práctica.
Algunos confunden "criticar", con "meter cizaña". No. Nada más bajo que eso. Meter cizaña es algo que sólo realizan los espíritus inferiores con muy poca confianza en sí mismos y por lo general, no es divertido ni se realiza en estados felices.
"Hablar mal de la gente", es otra cosa. Es sublime, es un placer compartido. Es aportar nuevas luces sobre el asunto y escuchar nuevas anécdotas. Es dar y recibir. Es alegrarse a cada nuevo comentario. Es sentir la euforia de ver como alguien nuevo, se interioriza de las repugnancias ajenas y quiere conocerlo. Es, ante todo, compartir. Sí. Compartir. Es risas, es alegría!
Critiquemos, gente! Desmitifiquemos el hablar mal de los demás!
Nada que pueda hacer reír y crear, puede ser malo.
Es un hecho científicamente comprobado, que, a la hora de reunirse, criticar es una de las artes* que más creatividad, ideas y acuerdo mutuo generan.

*(mentir también es un arte que, desgraciadamente, muchísimos intentan ejercer aún sin habilidad, pero eso, obviamente, es tema de ooootro post)