Ustedes no me lo van a creer, pero ayer a la noche, estuve hablando con un mosquito.
Y sí, resulta que yo había terminado de cenar cuando pasó volando el bicho este y yo ¡plaf!, lo aplasté entre mis manos con tan buena puntería, que se ve que quedó justito entre algún huequito de los pliegues, porque cuando separé las palmas estaba ahí, aturdido pero con vida. Me disponía a aplastarlo del todo con otra palmada cuando veo que me mira. O sea: que me mire una persona, un perro, inclusive una tortuga, todo bien, pero a mí nunca me había mirado un mosquito y no saben... me dio como una cosa rara, como algo que no sabría decir qué era, y entonces, para rematar mi sensación extraña, el tipo agarró y me dijo... "no me mates, por favor!, si me dejás vivir, te concederé un deseo"... Y claro, un mosquito que primero me mira, y encima me habla fue como el acabóse. No, quédense tranquilos que no lo maté, obvio; matarlo hubiese pasado si esto fuese un cuento, pero pasó de verdad. Posta. Imagínense, ¿quién se animaría a matar a un mosquito que habla? Hay que estar muy loco para hacer una cosa así.
La cuestión, decía, es que el bichito me dice que me va a conceder un deseo si lo dejo vivir, y ahí es donde la cosa se pone difícil porque es difícil pedir un deseo, o ¿acaso nunca vieron de esos demonios que conceden deseos y al final te lo concedieron pero resulta que algo hicieron y no sé... ponéle que pediste ser rico, y resulta que sos rico pero porque cobraste el seguro de vida de un pariente, no digo cual porque eso es muy macabro, pero sería así: él se murió aplastado por una máquina en el trabajo, vos cobraste y sos rico. Son demonios malvados que si les pedís un deseo y está mal formulado, fuiste.
Por ejemplo, uno pide ser inmortal y lo convierten en piedra. Todo así, ¿se entiende? Porque los demonios esos son re vivos, y yo ¿cómo sé si el mosquito este no es un demonio? ¿eh?
Lo tengo ahí, en una cajita, esperando a ver si se me ocurre algo piola. Lo malo es que si lo quiero mantener vivo, le tengo que dar de comer, y a mí no me gusta que me pique, pero entonces pienso..."¡es un mosquito que habla! ¿cómo no le voy a dar de comer?" y agarro y le doy.
Para hacer más fuerte mi desdicha, hace un ratito nomás me aclaró... "mirá que te concedería lo que quieras, o sea: lo que quieras"... y yo no sé, por ejemplo, porque si le pido no sé... la paz mundial, o sea, ¿cómo a nadie (además de a Lisa Simpson y a mí) se le ocurrió pedirle eso hasta ahora a los mosquitos que hablan? Porque no me van a venir a decir que el mío es único. Debe haber más y se ve que nadie lo cuenta, entonces, ¿me van a decir que a nadie se le ocurrió pedir la paz mundial, o que se termine el hambre en el mundo o esas cosas? Y si es así, ¿por qué todavía siguen? ¿Eh? A mí me parece que este insecto me está queriendo engañar. Para mí que es uno de esos demonios.
Por las dudas pienso y pienso en un deseo al que no le encuentre el lado negativo y no hay caso, ninguno es perfecto.
Ya no sé si pedirle, dejarlo en libertad o matarlo, pero cuando pienso en lo último me agarran cargos de conciencia, porque o sea, ¡un mosquito que habla y yo pensando en matarlo!
¡Hay que estar muy loco para pensar en matar a un mosquito que habla!