Amo ir al supermercado.
En el supermercado me siento como en un parque de diversiones en donde en vez de juegos hay productos para mirar. Muchos.
Me encanta sobre todo la góndola de "perfumería" y la de "artículos de limpieza".
Me encantan los jabones, las sales de baño que nunca uso, los desodorantes para el inodoro que tengo en stock y cualquier producto limpiador que tenga riquísimo perfume o que asesine bacterias a lo loco sin dejar vivo ni medio hongo pero sin lavandina.
Obviamente, siempre termino comprándome unos 15 productos más de los que tenía que comprar.
La góndola de los vinos es un caso aparte. La recorro toda mirando y leyendo las etiquetas de los vinos caros como si entendiese algo y al final nunca compro ninguno.
Se podría decir que el supermercado en como un mundo de felicidad y frivolidad asociado a los sábados al mediodía, que es un día de buen humor y de comprar de más.
Yo sostengo que si juntásemos los productos de más que compra toda la gente que va a todos los supermercados de la Argentina durante una semana, se podría abrir una cadena paralela de supermercados basada en esas cosas que nunca nadie va a usar, pero que es imposible no comprar.
Imagínense un supermercado de productos de más en dónde la gente además de comprar los productos de más que quería comprarse, compra productos de más. Esto lógicamente llevaría a la creación infinita de supermercados de productos de más que se autoabastecerían a sí mismos.
Siguiendo este parámetro, se podría obtener la solución definitiva a los problemas del hambre. En vez de donar fideos, se donarían sales de baño que inclusive se pueden vender mucho más caras que los fideos.
O sea que el dinero de las ventas de los "Álpedis" supermercados, estaría destinado para pagar la mantención de los locales y sueldos del super, y el resto a organizar otros supermercados paralelos de productos comestibles de distribución gratuita.
Así, uno llegaría un alegre sábado llena de productos de más, sabiendo que no fue tan sólo un inútil ataque de frivolidad, si no una inversión al mejoramiento y a la paz universal, y libre de esos sentimientos de culpa tan molestos que hacen que uno se pregunte un mes después cuando ya es tarde para cambiar: "¿para qué carancho me compré esto que nunca voy a usar???".
Excelente razonamiento.
Marilia dijo...Terminé de leer impresionada ;)
Jajajaajaja! Buenísimo poder deductivo.
Zoimanzanita dijo...Pero es taaaan cierto, hay cosas que simplemente tientan!!!
A mí tmb me gustan mucho esas dos secciones que nombraste, sobre todo la de perfumería.
Un beso
jajaja ami tmb me encanta ir al super!
Angel de Miel dijo...lo mejor es q todavia yo no pago, muejeje jajaja
todavia soy la nena q mete miles de cosas en el changuito..
Que problema del Hambre?
YoHan Mani Mamut dijo...jajaja, en mi provaca un efecto opuesto muchas veces no compro cosas que podría llegar a haber usado pensando que no las iba a usar, pijotero que le dicen
Pvncho dijo...No entiendo nada...mujeres a las que no les gusta comprarse ropa pero si ir al super?
+ Feliz dijo...Yo me cuelgo en las góndolas de productos de librería (lapiceras, anotadores) y sueño con tener todas las marcas de marcadores y fibras, y biromes, y.. y.. y... todo eso. Me quedó de la época estudiantil, cuando me compraban útiles nuevos todos los años.
Mantis dijo...Aunque la mayor parte de mi tiempo la invierto en las góndolas de fiambres y carnes, donde me pongo meticuloso y analizo desde el precio y el peso, hasta el color de la grasa, el horario de envasado y la cantidad de cortes cárnicos en relacion a la demanda popular.
Yo amo ir al super porque no importa cómo esté mi presupuesto, seguro no voy a salir sin comprar nada y lo mejor de todo: no me tengo que probar las cosas! ja, ja, ja!
Jackie dijo...Cosmo, estás loquita.
de eso se trata...comprar cosas que no usamos...
alejandro cronopio dijo...ODIO IR AL SUPER!!! lo dije...
a mi me gusta ir al super con plata si escasea no voy prefiero no ir para no amargarme porq me copa las cosas de bazar y bue...pero siempre compramos cosas inutiles son inevitables
La Profuga dijo...bsotes
varias cosas:
Sil dijo...1- no taría mal qe te pongan de ministra de economía
2- eso no solo nos libraría del problema del hambre, sino qe yo dejaría la culpa de lado cuando me compro algo intrascendentes!!!
3- a mi también me gusta ir al super, pero como tengo qe ir al Dia... más me gustaría reventar la tarjeta en un Carrefour :o(
besitos, linda!!
A ver... que la Seño Cosmo está un poco pirada no es noticia, ja ja ja.
Anónimo dijo...Pero justamente ahí radica el éxito de su blog. Sus disparates son tan disparatados que terminan siendo lógicos y perfectamente aplicables. Lástima que los heterosexuales de este país no tengan sentido del humor. Es un pecado que esta chica esté solita por las noches, soñando con que se le mete el fantasma del perro bajo la sábana!!!!!!
Si se postula a presidente, yo la voto.
Yo también me dejé seducir por el hábito capitalista de ir al super. Culpa de mi marido. Pero tengo gustos caros: me puedo quedar horas en el sector de electrodomésticos y computación. En cuanto a comestibles, mi sección preferida es la de panadería. Soy hidratodecarbonodependiente.
Besos, Seño Cosmo. Hoy estoy de muy buen humor (no sé por qué) y me encantó su posteo.
Ah, y gracias por leer el flog y postear en el blog!!!!!! Me encantan esas cosas, ja ja ja. ¿Vio que todo tiene solución? Lee en un lado y postea en el otro.
Excelente. por favor avisame cuando empiece a funcionar el super paralelo porque ando escasa de recursos, o se: CANTE PRI para que me regalen mercadería aunque no sea para cocinar. jaja
luna dijo...