Actos fallidos

Una vez que un ayudante de la facultad me estaba explicando algo muy complicado que había que hacer, en vez de preguntarle...

-"¿Me estás jodiendo?"
Le pregunté...
-"¿Me estás cojiendo?"




Yo voto porque el verbo "cojer", se independice del verbo "coger", y se empiece a escribir con "j".
Y este último comentario lo hice como para cambiar de tema, ¿se notó?

Mejor a oscuras

Estamos solos y por irnos a dormir.
Tenemos que apagar la "luz de arriba", esa cuyo interruptor está al lado de la puerta, y nos olvidamos de encender la de la mesita de luz.
Por pereza, para ahorrar tiempo, para no ir y venir, la apagamos y nos disponemos a atravesar la habitación a oscuras para llegar a la cama.
Un poco de impresión nos da, pero como sabemos bien que estamos solos, y que nada nos va a hacer tropezar, avanzamos con confianza.
Y entonces, justo cuando estamos por llegar a la cama, el velador de la mesa de noche, se enciende.
Y la verdad, no me pregunten cómo, ni quién o qué lo prende, porque si pasase eso, yo no miraría y saldría corriendo a los gritos desaforados.
Y mejor ni pensarlo.

Sobre la existencia del alma


Pensaba que si se pudiese hacer eso de guardar nuestro cerebro flotando en un frasco y que siguiese vivo, en realidad nuestra vida se convertiría en un sueño, pero ni siquiera, porque todo lo que vivimos pasa por el cuerpo.
Somos cuerpo.
Sentimos TODO por el cuerpo.
Desde los sabores, hasta la alegría.
Sin cuerpo, no habría nada. No habría dolor, gusto, tristeza, aburrimiento, paz, placer, angustia ni deseos de ningún tipo. Nada.
Es decir, que si se pudiese hacer eso de que metan preso a nuestro cerebro en un frasquito y que se mantuviese con vida, no seríamos siquiera un sueño, porque no tendríamos retina para tener imágenes, no tendríamos cuerpo para sentir nada, porque en un sueño se siente en el cuerpo como estando despierto. Para tener sueños, necesitamos el cuerpo que nos los hace sentir.
¿Cómo sería estar triste, o estar alegre, o en paz, o angustiado sin sentirlo en el cuerpo? ¿Se puede "sentir" alguna emoción o "sentimiento" sin "sentirla" en el cuerpo?
Si todo lo que pensamos nos hace sentir algo. Si cuando pensamos "nos escuchamos" y "nos decimos": ¿se puede "pensar" sin cuerpo? ¿nos interesaría pensar sin cuerpo? ¿qué pensaríamos sin un cuerpo, para qué?
Y este sería el fin de la existencia del alma.
O sea, que en realidad, sin cuerpo, no seríamos nosotros.
Mínimo que seríamos otra cosa, algo indescriptible o más bien, impensable y hasta inimaginable, pero de ninguna manera "nosotros".
O dejaríamos de ser. Seríamos nada.
No seríamos.
Y lo del "cerebro en el frasquito" es para achicar la magnitud de la cosa.
Y serían bienvenidas las refutaciones.

Extrañando a Nelson

Entrar en una página a las dos de la mañana, con todo el silencio del edificio durmiendo sobre mi cabeza y que de repente me haga saltar de la silla un estruendo musical porque tengo los parlantes a todo volumen y ese sitio tiene música, es muy, pero muy desagradable.
Por favor gente que tiene música en su página, sáquenla, córtenla, retírenla. Den la opción de escucharla si uno quiere pero no obliguen.
O sea, sé que si quiero puedo no entrar más, pero también sé que algunos la ponen de onda, creyendo que hacen un bien al prójimo, pero no, está mal, porque pegarme un susto a esa hora porque, por ejeeeeemplo, se me apareció de golpe el espectro del fallecido Nelson De La Rosa convertido en "hombre rata" y hecho zombie, sería lógico, pero por una música repentina no.
He dicho.

Update: clickeando sobre cualquier "Nelson de la Rosa" van obtener, de muy buena fuente, datos sobre el fenómeno.

Cronopio

me invitó a hacer el siguiente jueguito:

1.Cada jugador cuenta 8 cosas de sí mismo.
2. Además de las 8 cosas tiene que escribir en su blog las reglas.
3. Por último tiene que seleccionar a otras 8 personas y escribir sus nombres/blog.
4. Por supuesto, no hay que olvidar dejarles en un comentario, que han sido seleccionadas para este juego

1)-Soy adicta a la Coca Cola (light, en lo posible). No puedo almorzar ni cenar sin ella.
2)-Hasta los treinta y pico quise tener hijos, pero cuando me "apuraron", me di cuenta de que no estaba dispuesta a perder mi libertad. Eso influyó en el 70% de mi separación con mi ex pareja.
3)-No me gusta trabajar. Detesto, más que nada, las "presiones laborales", de todas formas, si de repente fuese dueña de una fortuna, no volvería a trabajar en lo que trabajo excepto si tuviese que aplicarlo a mí misma.
4)-Nunca traicioné a alguien que hubiese confiado en mí. En ninguna de sus formas. Que confíen en mí me desarma, aunque en ese punto, puedo reconocer manipulaciones a distancia y les tengo mucho rechazo.
5)-Jamás encaré a un hombre ni di el "primer beso". Soy absolutamente cobarde en ese punto.
6)-No soy romántica ni me gustan los melodramas de ningún tipo pero paradójicamente, cuando estoy en "esos días", lloro hasta con las publicidades de Terma. Bueno, no tanto, pero más o menos.
7)-Le tengo un rechazo casi patológico a la religión católica y cristiana. No necesariamente a los "católicos" o "cristianos" (a menos que intenten predicarme), si no a los dirigentes.
Por supuesto, siempre intento practicar la "tolerancia" para con los monseñores, los obispos y los papas. Bah, mentira. No practico nada.
8)-No me gusta hablar de mi vida íntima. Cuando hablo de mí, me siento vulnerable. Esa es una sensación que no me gusta. También paradójicamente, no tengo secretos. No es que a todos les cuente todo, si no que por partes, toda mi vida fue contada alguna vez y lo que no, es porque es intrascendente y aburrido o por falta de tiempo.

y se los paso a:


Bajo
Bugman
Cirulaxio
Cutipaste
Marilia
Martim
Thiago
Treintañera

Mis irresponsables padres

Cuando yo era chica, tenía miedo de que mi mamá me perdiese, y era lógico: había oído hablar muchas veces sobre algunas madres que "perdían" a sus hijos.
Yo podría haber concluído que MI mamá, no era como ESAS madres seguramente descuidadas, pero todo cerraba cuando también "perdían" bebés.
¿Cómo era posible que un adulto "perdiese" un bebé?
Simple, lo dejaban por ahí en su cochecito, y cuando se iban se lo olvidaban, y era obvio que eso es lo que pasaba con los hijos más grandes. Si un chico se distraía justo cuando los padres se lo olvidaban, chau. Se les perdía.
Le podía pasar a cualquiera, ¿acaso yo no me olvidaba juguetes importantes a veces?
Como mis padres no estaban exentos de esa posibilidad para conmigo, yo, por las dudas, cada vez que viajaba en colectivo y me sentaban en el asiento de adelante de ellos, me daba vuelta a cada rato para mirarlos.
No fuese a ser que esos dos irresponsables se bajasen sin mí y me perdiesen.


Post basado en un comentario que hice en el posteo "Lost" del blog de Cronopio.

¿Alguien más no entendió?

A veces, cuando estoy en una conversación y de repente (o porque me distraje, o no escuché o simplemente no entendí), no sé por qué, todos se ríen a carcajadas, yo también me río.
Si tengo a alguien de confianza a mi lado, me animo a preguntarle al oído:
-¿qué dijo?
-no sé, pero vos seguí riéndote -me contesta susurrando disimuladamente.
Esa comprobación de que no soy la única, me infunde una alegría eufórica. Como de gran complicidad con esa persona, y me hace sentir que "pertenezco".
Por supuesto que pertenezco al grupo de los que no entienden nada, pero en esos momentos tengo motivos para sospechar que es un grupo mucho más amplio de lo que parece.
Y más secreto y más íntimo.