Tercera edad



¿Ya les conté que hace unos meses, en plena Avenida Corrientes, muy cerca del Abasto, me tropecé, fui haciendo pasos de baile para no caer pero igual quedé toda planchada en el piso como si estuviese durmiendo boca abajo? ¿Les dije que pude afrontar con altura el papelón de que vengan TRES hombres mayores (mayores de 70, ponéle) a ayudarme a levantar, y que, mientras yo intentaba desesperadamente ponerme lo más rápido posible en posición vertical para salir corriendo, uno me dijese...
-"Despacio, señora... quédese tranquila que nadie la apura"?

Es evidente que estoy entrando en la tercera edad y no quiero asumirlo.

Cosas que no hay que decirle a alguien que hace mucho que no ves y de repente está paralítico:


-¡Hola! ¿Cómo andás?
-¡Hola! ¿Cómo estás? ¡Se te ve muy bien!
-¡Hola! ¡Qué cambiado que estás!
-¡Hola! ¡Tanto tiempo! ¡Estás igual!
-¡Hola! ¿Qué bien que estás! ¿Te cortaste el pelo?
-¡Hola! ¡Qué hermosa remera!
-¡Hola! ¡Qué hermosa silla!

Y siempre recordar que si el otro pregunta "¿Y vós como estás?", no responder bajo ningún concepto: "Yo bárbaro. Re bien. Todo sobre ruedas".