Cuando hace muchos años entré a trabajar como recepcionista en una empresa multinacional me hicieron, previo a la admisión, un test de psico-diagnóstico.
Un amigo, el que me había recomendado, me sugirió antes de hacerlo...

-te van a mostrar una laminita con una mancha que parece un murciélago, pero tengo entendido que decir que es un murciélago no es algo bueno, tenés que decir que es una mariposa y nunca digas cosas tétricas o agresivas ni tampoco demasiado creativas.

Cuando la psicóloga sacó al murciélago (por que eso era un murciélago acá y en Marte), dije con segurísima voz de Mary Ingals:
-Es una mariposa
-¿Me podrías marcar las partes de la mariposa?

Debo admitir que tal pregunta me desconcertó por completo. Una por que pensé que con decir "mariposa" todo terminaría, dos por que me pareció que la mujer sabía que yo pensaba en un murciélago y me quería sacar de mentira a verdad y tres, por que se me ocurrió que el que me dijo lo de la mariposa no sabía nada y la respuesta correcta era la otra, pero ya era tarde así que le marqué el obvio cuerpito y esperé.
-¿Cuánto tiempo de vida tiene esta mariposa?
Yo sospechaba que la mujer estaba improvisando y que me quería hacer decir a toda costa cosas tales como "las mariposas viven una semana, así que se está por morir", etc y empezaba a arrepentirme de haber dicho "mariposa", por que cada vez era más murciélago.
-le queda toda la vida por delante por que es jovencita (¡tomá guacha!).
-¿y de qué se alimenta la mariposa?

Y les juro gente, que en ese instante me di cuenta que estaba en apuros por que como del alma casi casi le digo que se alimentaba de sangre, como los vampiros pero me contuve, en un segundo me acordé del néctar de las flores y me convencí de que si había próxima vez no iba a volver a mentir.

Una de dos, la próxima, si decir "Drácula" es demasiado, por lo menos le digo que es Batman.